No he tenido la oportunidad de escribir desde hace semanas.
Mi vida gira en este momento entre trabajar y cumplir con obligaciones que
parecen interminables. Así se siente ser un adulto. Es curiosa esa transición, de
ser un estudiante mantenido, a un ser
libre, individuo de una sociedad.
¿Por qué hay tantos jóvenes deprimidos?, ¿Por qué la
juventud parece quedarse en un vacio, en un pozo en donde depositan su esencia?
Un pozo que es cubierto por las imágenes que se deben construir para entrar en
esta nueva etapa de la vida y, para poder ganar dinero. Se nos pide a diario
que cambiemos, que usemos una sonrisa falsa, que recitemos palabras que sólo
resuelvan problemas que en verdad no entendemos ni nos interesan. Nos piden a
diario que dejemos a un lado quienes somos, nuestros sueños e ilusiones. Nos
piden formar parte de una sociedad que avanza, que progresa y construye
monopolios. Nos piden ser uno con todos, dejando de ser nosotros mismos.
Perdemos a diario al individuo.
Se le llama una vida con riesgos, inestable, ilógica. Se nos
llama locos, drogadictos, artistas muertos de hambre, soñadores, desconectados
de la realidad. Se nos puede llamar de mil maneras y ninguna cumplirá en verdad
con quienes somos. Decidimos, nosotros los locos, salir a golpe duro de ese
mundo, con dolor y orgullo. Decidimos liberarnos un poco más de este mundo que
te obliga a vivir de cierta manera, porque eso nos parece increíblemente ilógico.
Vivir con una guía es una vida incompleta, no vivida, falsa. Vivir es tomar
riesgos, sean dentro de ese mundo social o eligiendo caminos que no han sido
transitados. Vivir es no temer a la muerte, sino a la jaula.
Aun cuando en este momento me encuentro navegando en este océano
de empleos y ganancias, espero salir pronto, tengo mis planes, tengo mis sueños
sobre la tierra. No he cavado la tumba de mis ilusiones y metas. Pronto dejare
esta sonrisa falsa, esta imagen diseñada. Claro es difícil, vivir una vida sin
comodidades afecta al ser que está acostumbrado a la vida moderna, pero hay más
en la vida que rebajas y celulares. Alejarse de la realidad social es también difícil,
representa un camino más solitario, pero siempre se encuentra a esas personas
que igual deciden salir y explorar. Ellos son los amigos que recordaras cuando
la piel se arrugue y la vista confunda.
Hay que vivir.
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