Nuestra alma proviene de, de dónde? El término castellano alma proviene del
término latino anima, el cual, a su
vez, deriva del griego ánemos,
viento. En el mundo griego, como en muchas culturas antiguas, se entendía el
alma fundamentalmente como el principio de vida de todo ser viviente. La
concepción del alma como algo distinto del cuerpo, inmaterial e inmortal
empieza a tener importancia con el orfismo, Platón y más tarde con el
cristianismo. Aunque no me considero perteneciente a ninguna corriente filosófica
y mucho menos me relaciono con el cristianismo, si considero importante el
reconocimiento de la dualidad alma-cuerpo. Veo tan corriente la importancia superficial
que se le ha otorgado al cuerpo que mi alma me impulsa a repudiarlo. Sin
embargo con ese repudio llegaron a mí, nuevos conceptos que me hicieron
cuestionarlo todo de nuevo. El dolor por ejemplo, una cortada en la piel, ver
la sangre y sentir el calor que provoca en mi cuerpo. Esto afecta mi mente. El
dolor aporta al pensamiento una conexión inmediata con la realidad. El dolor es
real. Confirma, como la conciencia, el hecho de que existimos. Por lo tanto,
aun cuando existe esta dualidad de alma y cuerpo, existen pequeñas pero
resistentes conexiones entre sí, como si trabajaran juntos para demostrar algo.
Como si el cuerpo se sacrificara a diario para ayudar al alma y caminaran
juntos, pero en distintos niveles, por esta vida. Hasta el último día en el que
uno vuelve a ser eterno y el otro se queda con la madre tierra. Sera que
nuestro cuerpo no nos pertenece? Le pertenece a la tierra, como un intercambio
equivalente, ya que le debemos tanto a la naturaleza, pero esto será tema de
otra entrada.
martes, 30 de septiembre de 2014
Sobre el título
“Cogito ergo sum” Pienso, luego existo. Esta frase de
Descartes se relaciona con mi forma de ver la vida en este momento. Y aunque no
me considero racionalista, estoy de acuerdo en que la confirmación de mi
existencia, se encuentra en mi conciencia. En la simple pero a la vez muy compleja
capacidad de pensar.
Yo soy, pero nada es. El título que decidí aplicar al blog
se relaciona con esto: Yo soy, porque pienso; porque puedo apreciar el pasado, vivir
el presente e imaginar el futuro. Sin embargo nada es; Porque la realidad
siempre es cuestionable. Vivimos en un mundo lleno de aspectos subjetivos que
rigen nuestra existencia. Las sociedades están basadas en creencias, costumbres
y cultura. Estos pilares de cada sociedad se encuentran controlados y regidos
por el poder de cada pueblo, estado, país. Estas creencias, costumbres y
culturas no son más que ideas colectivas, pensamientos subjetivos y
cuestionables. Son meras opiniones, como lo es cada argumento humano
(obviamente, incluidas mis palabras). La sociedad, a mi parecer, es el factor más
sencillo de cuestionar y rechazar. Lo cual deja un ser humano alienado, que
rechaza el “progreso” que busca la sociedad. Pero el ser humano es más que el
instinto de agrupar. Somos seres infinitos, porque aun cuando no comprendemos
lo que ponemos a duda, seguimos cuestionando. Constantemente estamos
expandiendo nuestra conciencia a aspectos casi divinos. No los entendemos pero
aceptamos su extraña existencia. Hablamos de planetas, galaxias y otras
dimensiones. Hablamos de transcendencia y del alma. Es que hay tanto en que
pensar.
imagen: Bompas & Parr Kew Gardens 2014
Inicio del primer día
Por qué me es tan necesaria la soledad? Por qué me siento incompleta cuando estoy rodeada de personas? Me he acercado demasiado al silencio, tanto, que ya no lo puedo abandonar. Me gusta la soledad, así como me gusta la noche. Ambas son mis musas, ambas vienen un tiempo y después se van. En la oscuridad, con mi silencio, las cosas se ven más claras. Puedo apreciar cada pensamiento y puedo otorgar un tiempo indefinido a pensar con claridad sobre una frase, un libro, una película, una canción o una idea. Aunque en realidad esa claridad siga siendo borrosa. Nunca se llega a una idea completamente clara, porque de ser así, representaría una verdad, o no? Y yo sé que nada es verdadero en este mundo, lo que más se le acerca a la verdad, es la búsqueda interminable de la misma.
De día mi cabeza no se concentra, mis ojos no enfocan y mi corazón no siente. Por recibir demasiadas señales no puedo apreciar ninguna. Necesito a mis musas, que me acompañen para descifrar a mi manera de qué se trata la vida. Jamás llegara la respuesta correcta, pero no puedo dejar de buscarlo. Ya no hay vuelta atrás; mi vida será una constante duda hacia la realidad. Como voy a vivir así? Se puede? Perderé la razón algún día?
De día mi cabeza no se concentra, mis ojos no enfocan y mi corazón no siente. Por recibir demasiadas señales no puedo apreciar ninguna. Necesito a mis musas, que me acompañen para descifrar a mi manera de qué se trata la vida. Jamás llegara la respuesta correcta, pero no puedo dejar de buscarlo. Ya no hay vuelta atrás; mi vida será una constante duda hacia la realidad. Como voy a vivir así? Se puede? Perderé la razón algún día?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)