martes, 30 de septiembre de 2014

Sobre el título



“Cogito ergo sum” Pienso, luego existo. Esta frase de Descartes se relaciona con mi forma de ver la vida en este momento. Y aunque no me considero racionalista, estoy de acuerdo en que la confirmación de mi existencia, se encuentra en mi conciencia. En la simple pero a la vez muy compleja capacidad de pensar.


Yo soy, pero nada es. El título que decidí aplicar al blog se relaciona con esto: Yo soy, porque pienso; porque puedo apreciar el pasado, vivir el presente e imaginar el futuro. Sin embargo nada es; Porque la realidad siempre es cuestionable. Vivimos en un mundo lleno de aspectos subjetivos que rigen nuestra existencia. Las sociedades están basadas en creencias, costumbres y cultura. Estos pilares de cada sociedad se encuentran controlados y regidos por el poder de cada pueblo, estado, país. Estas creencias, costumbres y culturas no son más que ideas colectivas, pensamientos subjetivos y cuestionables. Son meras opiniones, como lo es cada argumento humano (obviamente, incluidas mis palabras). La sociedad, a mi parecer, es el factor más sencillo de cuestionar y rechazar. Lo cual deja un ser humano alienado, que rechaza el “progreso” que busca la sociedad. Pero el ser humano es más que el instinto de agrupar. Somos seres infinitos, porque aun cuando no comprendemos lo que ponemos a duda, seguimos cuestionando. Constantemente estamos expandiendo nuestra conciencia a aspectos casi divinos. No los entendemos pero aceptamos su extraña existencia. Hablamos de planetas, galaxias y otras dimensiones. Hablamos de transcendencia y del alma. Es que hay tanto en que pensar.

imagen: Bompas & Parr Kew Gardens 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario